23/3/10

CAPITULO...2

En la mañana siguiente me desperté en mi habitación un tanto mareada y adormilada, pero de inmediato termine de despertarme completamente debido a que aun tenía una tarea que hacer… encargarme del tablero de madera que se encontraba debajo de mi cama.

Salí de las cobijas disparada y me puse en la labor, mi único problema fue ¡que no estaba siendo muy creativa con eso de los escondites! así que decidí poner la tabla donde mi madre nunca lo encontraría. En el fondo de la caja de juguetes que nunca había vuelto a utilizar, pero mi madre insistía en guardar como un “recuerdo de mi infancia”. Decidí ponerlo hay mientras mi imaginación volvía, lo que nunca predije es que ese pequeño trozo de madera se convertiría en la pesadilla más grande de mi vida.

Después de hacer mi cama, cepillarme los dientes y sentir como el agua tibia se deslizaba por mi cuerpo llevándose con ella todo el estrés que sentía, supuse que mi madre había salido muy temprano para llegar a su trabajo así que emprendí mi camino hacia la cocina pensando que haría hoy para mi desayuno; pero al llegar ahí me encontré con mi madre.

Ella era una hermosa mujer de piel trigueña, cabello castaño en su tonalidad más clara, ojos color miel, alta y verdaderamente encantadora ah! y a todo eso súmale una personalidad simplemente genial y hay tienes a mi madre.

Me saludo con un – buenos días, cariño- y un tierno beso en la frente

- Buenos días, mamá– respondí sin ánimos

Se dio cuenta de inmediato de que algo me sucedía supongo que es eso a lo que llaman “instinto de madre”

- ¿Qué te sucede, Aga? ¿te sientes mal?- pregunto luciendo un poco preocupada.

- No mama estoy perfectamente- le respondí de mala gana no queriendo que se preocupara mucho y saliera de la casa de una vez para poder hablar con Luis acerca de lo que sentía con esa tabla alrededor – vete tranquila o llegaras tarde cualquier cosa que suceda yo te aviso-.

- Está bien cariño pero solo porque tú me lo dices, sino juraría que tú no eres tu esta mañana.

- Mama no te preocupes sigo siendo la misma Agatha de ayer y de antier y de todos los días- mentí la verdad es que no me sentía como decía, verdaderamente me sentía… lo que sentía en ese momento era como una dolor de cabeza que amenazaba con partírmela en dos y sentía como si algo en mis adentro se retorciera queriendo salir a la luz – solo ve al trabajo y no te preocupes tanto por mí, ya soy lo suficientemente mayor como para cuidar de mi misma por unas cuantas horas- agregue tratando de que creyera mi historia.

- Cierto, hoy tengo una reunión muy importante a la que no puedo faltar por nada del mundo- me dijo hiendo directamente a la puerta y antes de salir me lanzo un pequeño beso y me dijo- te amo cariño, cuídate-.

Espere unos cuantos minutos dándole tiempo a mi madre para que saliera del edificio y cuando estuve segura de que ya era seguro salir lo hice y en seguida sentí como todo ese estrés se aumentaba por cien poniéndome del peor humor. Corrí hasta el apartamento de Luis esquivando a todas las personas que conseguía en el camino y tratando de no entablar ninguna conversación porque cualquier persona pensaría que estoy loca si en el momento en que me dice hola mi primera reacción es soltar gruñido. Así llegue hasta el apartamento de Luis y toque la puerta como desesperada.

En cuanto la puerta se abrió ahí estaba el con sus tiernos ojos mirándome como si no me conociera.

Lo primero que hice fue gritarle - ¡¡¡¡¡ QUE DEMONIOS ME HICISTE GUARDAR!!!!